Toma conciencia de tu cuerpo,de la postura en que te encuentras...tumbada con las palmas hacia arriba las piernas separadas a la anchura de las caderas y los pies ligeramente caídos hacia los lados.
Siente tu cuerpo sobre el suelo y visualiza el lugar que ocupa en el espacio en el que te encuentras.
Percibe las molestias físicas que puedas tener,los sonidos que puedan aparecer tanto internos como externos,siente la presencia de las demás personas que están a tu lado...
Párate a observar que pensamientos vienen a tu mente, sentimientos o emociones sientes en este momento...acéptalos y déjalos ir...
Centrándote en tu respiración comienza a relajar tu cuerpo físico.
Comenzando por los pies siente un cosquilleo que los recorre desde la punta de los dedos y nota como si no pesaran nada hasta tener la sensación de no tener pies...no sientes tus pies que se han vuelto etéreos.
Tras una nueva inspiración percibe como. ese cosquilleo continua por tus piernas produciendote la misma sensación...las piernas se relajan y llegas a sentir que no tienes piernas.
Poco a poco ese cosquilleo recorre todo tu cuerpo.Lo sientes en tus manos,en la punta de los dedos y va subiendo por tus brazos tu espalda,baja al abdomen y llega a tu pecho.Por ultimo alcanza tu cabeza y recorre el cuero cabelludo,la cara...
Sientes que tu cuerpo ha perdido su rigidez y no pesa...hasta llegar a tener la sensación de que no tienes cuerpo físico.
Al tiempo de una nueva inspiración profunda percibe que tu cuerpo etéreo se eleva unos centímetros del suelo...Sientes una gran liberación,una inmensa sensación de bienestar y un profundo descanso.
Te mantienes un tiempo en este estado de bienestar y te centras en tu respiración,como si la respiración se desligara del cuerpo y es ahora mismo la que te sostiene...en este momento tu cuerpo físico no es necesario y solo sientes tu respiración.
Cuando quieras salir realiza otra inspiración profunda y vuelve a tomar conciencia de tu cuerpo físico depositándolo suavemente en la alfombrilla pero manteniendo aún la sensación de que no pesa como si de un muñeco de trapo se tratara...
Inspirando conscientemente comienza a sentir poco a poco el peso de tus pies ,de tus piernas...de su rigidez...vuelves a tener conciencia de ellos,tus brazos se vuelven también pesados y sientes tus manos y tus dedos...
El tronco ocupa su lugar y por último la cabeza que notas como reposa sobre la alfombrilla.
Tu cuerpo físico ha recuperado su consistencia pero continua totalmente relajado,no hay tensión, ni dolor, ni preocupación... eres consciente de tu respiración,de los latidos de tu corazón...
Eres consciente de la vida que eres,de la vida que habita en ti y sientes gratitud por este momento que te ha ofrecido sanación física y emocional
Te sientes bien y ese bienestar se plasma con una sonrisa en tu rostro
Sabes que cuando esta meditación finalice tendrás que volver a enfrentarte a los imprevistos de tu vida cotidiana pero lo harás aceptando cada momento tal cual se presente,con amabilidad,dejando fluir todo aquello que te incomode,viviendo el aquí y el ahora ...disfrutando y agradeciendo cada momento que la vida te brinda para ser feliz.
Navego contigo en el océano de mis sueños
A un lugar lejos distante. De gran belleza y tranquilidad,
donde el sufrimiento y el dolor no existe.
Cuando damos alabanzas para nuestro gozo y felicidad.
Donde nuestro amor se entrelaza con el amor por todas las cosas....
Oh mi querido compañero de mi corazón.
Ha alcanzado y tocado la esencia de mi ser.
Tú me has mostrado el camino.
Tu amor me ha despertado.
(basado en versos de Rumi)
MIRABAI CEIBA
A un lugar lejos distante. De gran belleza y tranquilidad,
donde el sufrimiento y el dolor no existe.
Cuando damos alabanzas para nuestro gozo y felicidad.
Donde nuestro amor se entrelaza con el amor por todas las cosas....
Oh mi querido compañero de mi corazón.
Ha alcanzado y tocado la esencia de mi ser.
Tú me has mostrado el camino.
Tu amor me ha despertado.
(basado en versos de Rumi)
MIRABAI CEIBA
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